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Alexa Chung hubiese llevado de pequeña la ropa infantil que crea Idoia en su taller de Santutxu. En la imagen, una niña luce un vestido firmado por esta emprendedora.

Algo tenían Laura Ingalls y su encantadora familia para mantenernos frente al televisor durante horas. La popular serie, emitida en los años setenta, narraba sus aventuras en un pequeño pueblo fronterizo del Oeste americano. Pero más allá de todos sus problemas para asentarse y llevar una vida armoniosa, 'La casa de la Pradera' resulta un ejercicio visual estilístico de lo más interesante para todo amante de la historia de la moda. Las protagonistas están guapísimas en cada episodio, luciendo estilismos campestres y naturales compuestos, principalmente, por vestidos de flores con cuellos bobo y puños grandes, trajes dos piezas de falda y chaqueta, capotas para protegerse del sol o camisas cerradas hasta arriba con puntillas y con botones. Unos 'looks' que, desde luego, no pasaron desapercibidos para Idoia Campillo.

«Con 18 años y mientras veía la serie, me enamoré de todos aquellos vestidos de estilo victoriano. No encontré nada parecido en ninguna tienda, así que decidí hacerlos yo misma. Me fui a por unas telas de flores y empecé a hacer patrones caseros de manera autodidacta viendo vídeos en Youtube», recuerda. Hace cuatro años, esta bilbaína creó 'Lil Creative' (pequeña creativa). Su firma de ropa para niñas es respetuosa con el medio ambiente y produce de forma totalmente artesanal. Con un estilo muy característico y diferente a lo que vemos en las grandes superficies, esta moda de autor se esfuerza día a día por llegar a personas sensibilizadas con la producción sostenible que a la vez buscan reducir su huella de carbono. No hay que olvidar que, en lo que respecta a la ropa, siempre pueden llevarse a cabo distintas acciones. Para ayudar, tan sólo hay que cuidar bien las prendas, intercambiarlas, comprarlas de segunda mano y confeccionadas de forma responsable.

Tras estudiar administración y finanzas, Idoia decidió especializarse en moda y patronaje en Barakaldo. «La idea no era muy clara… más bien un sueño difícil de cumplir, pero pensé que igual algún día podría crear mi propia marca», explica esta creativa de 30 años instalada en Santutxu, que trabajó durante un año en una empresa de moda infantil vasca y después haciendo arreglos. De ambas experiencias aprendió y se llevó cosas muy positivas, que luego ha sabido aplicar con impecable destreza a su particular proyecto. Durante todo este tiempo y en sus ratos libres, Campillo siguió cosiendo y mejorando los acabados de sus vestidos, a la vez que se adentraba más en la moda de época, investigando las décadas del 50 al 90. Una cosa llevo a la otra y, justo antes de que estallase la pandemia, por fin se decidió a dar rienda suelta a su imaginación y perseguir su sueño. «Me encanta todo lo que incluya volumen, frunces, mangas abullonadas, canesús, cuellos grandes, encajes, bordados, tonos pastel…», confiesa divertida. Un estilo 'antiguo' que, visto ya en adultos, abandera la famosa Alexa Chung, a la que es normal verla en eventos tanto formales como informales con blusas y vestiditos cortos de carácter 'babydoll'.

Consciente de que la industria textil es una de las más contaminantes del mundo, la emprendedora decidió que solamente iba a comprar lo necesario, crear lo justo y nada más. «El poliéster mata al planeta y por eso intento evitarlo», señala. Sus pequeñas colecciones para niñas, que van desde los 2 a los 10 años, son creadas a mano una a una en su taller de Bilbao, utilizando tejidos naturales - y nacionales - como el algodón y el lino con certificados Oeko-Tex. Idoia, que se declara una enamorada de la naturaleza y de los ríos, mares, bosques y campos, trata de respetar el medio ambiente al máximo, fomentando los derechos humanos y el consumo responsable. Ella cree que no deberíamos renovar el armario con mil prendas cada seis meses; y le gustaría que, cuando uno de sus diseños se le quede pequeño a una niña, pueda tranquilamente pasárselo a su hermana o prima.

«Veo la moda como una expresión de los sentimientos, me gusta y estimula. Yo podría estar haciendo frunces todo el día porque me hace feliz y me produce mucha satisfacción. No sigo las tendencias, hago lo que a mí visualmente me llama la atención», señala esta nostálgica y romántica creadora, que ya ha podido acercar su proyecto y conocer distintas opiniones acerca de él en varios mercadillos de Zorrozaurre. Gracias a su originalidad en cuanto a diseño, en 2019 quedó segunda en el Concurso de Vestidos de Papel de Güeñes. Y es que sus colecciones limitadas incluyen tops, faldas, vestidos, camisas, blusas y monos de lo más especiales. Además, se atreve con pequeños accesorios como pañoletas, diademas, lazos y coleteros, un complemento que alegrará y dará un toque divertido a cualquier propuesta de tu peque. «En vez de que las madres tengan que buscarlos en otro sitio, yo puedo hacérselos con la misma tela del vestido», dice.

Próximamente, la diseñadora creará a demanda (Pre-Order) y se meterá de lleno en el tema de los estampados, pintados cuidadosamente a mano y con largas horas de trabajo detrás. Este invierno, presentará una colección llena de monos y pantalones de pana con cortes clásicos. También de vestidos, largos con volumen y estampados muy dulces, aparte de sus características blusas con cuellos grandes y volantes. «Algunos de ellos estarán bordados con el nombre de la colección, 'Polita'», precisa. Con precios muy competitivos, 'Lil Creative' puede adquirirse de momento en su página web, con todo al 20% hasta este lunes; y a través de su perfil en Instagram.

La creadora tiene bastante claro el rumbo a tomar y hacia dónde dirigirse. No busca ni crear una superproducción de ropa ni fabricar en masa en grandes talleres, ya que cree que esto iría en contra de sí misma. «Pretendo seguir creando mis pequeñas piezas de arte con la ilusión de que a alguien les gusten y puedan formar parte de la infancia de una niña», aclara. A su vez, le gustaría especializarse en estampación digital y, ¿por qué no?, participar en algún desfile para cautivar al público y dar más a conocer su original propuesta. A la espera de financiación por parte de DEMA, la Agencia Foral de Empleo y Emprendimiento de Bizkaia, Idoia invertirá todas sus ganas y tiempo en esforzarse para promocionar lo que tanto le ha costado poner en marcha.